La media de edad del parque automovilístico ha ido aumentando hasta casi 12 años en un camino que continuará. Los coches más viejos, los abuelos de las calles, se incrementarán un 82% en el periodo del 2013 al 2020, según los cálculos de Tallerator. Esos viejos cacharros de más de 15 años de antigüedad sumarán 5,1 millones en España en el 2020. A esa cifra hay que sumar 6,5 millones con una vida de 10 a 15 años.
La única señal positiva para los próximos años es un ligero aumento por primera vez desde el inicio de la recesión del peso de los coches más jóvenes, de menos de 5 años. Todos conocemos a algún propietario de esas tartanas. En la mayoría de casos, no pueden cambiar de coche por motivos económicos, en otros por apego al vehículo que le ha acompañado durante muchos años de su vida. Y muchos se apoyan en la fiabilidad de su coche.
Un problemón para los talleres
Son malas noticias para la sociedad por unas emisiones de gases más altas de los viejos coches que en los nuevos y porque tienen menos medidas de seguridad. Pero también para los talleres mecánicos, que durante estos años han tenido que hacer frente a una pérdida de clientes o de visitas a sus establecimientos. Las estadísticas del Gremio de Vendedores de Vehículos (Ganvam) indican que las reparaciones en los talleres bajaron un 6% en el 2014 y otro 1% en el 2015 y se espera que suban entre un 1% y un 3% anual hasta el 2020 gracias a la matriculación de coches nuevos, que es su principal fuente de ingresos. El envejecimiento del parque automovilístico frenará la recuperación de la actividad de los talleres.
