El principal lobby de la industria española se ha reestructurado. La Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) ha dejado atrás un modelo presidencialista y ha optado por otro más profesionalizado en el que el vicepresidente, Mario Armero, tendrá prácticamente plenos poderes.
¿A qué se debe este cambio? ANFAC busca más agilidad, flexibilidad y eficacia en su gestión diaria mediante la incorporación de un ejecutivo de primer nivel, Mario Armero, que, aunque no procede del sector del automóvil, se ha puesto al día con rapidez. A partir de ahora, Armero podrá ejercer "la representación de la Asociación ante cualquier clase de organismo público y privado". Eso quiere decir que será un interlocutor plenipotenciario ante el Gobierno en un momento decisivo en el que se negocia un nuevo plan Prever. Además, la junta directiva pasa de ser una asamblea de 26 miembros a un órgano de dirección más ágil de sólo 10 componentes.
La contrapartida es que la presidencia de ANFAC pasará a tener un perfil más bajo a partir de ahora debido a que pierde atribuciones y tendrá un mandato rotatorio limitado a un año. José Manuel Machado, presidente de Ford España y uno de los veteranos del sector en España, será el primer presidente de la nueva era de ANFAC. En las negociaciones con el Gobierno, Armero no podrá tener, por bien que haga su trabajo, la misma influencia que un alto directivo de un grupo automovilístico que representa directamente a accionistas, fábricas y empleos.
Uno de los motivos que han influido en la reestructuración ha sido la constatación de las distorsiones que creaba en la organización las limitaciones en la dedicación del hasta ahora presidente, el miembro de la dirección de Volkswagen y presidente del consejo de administración de Seat, Francisco Javier García Sanz. Aunque recurría con frecuencia al avión privado de Volkswagen que le permitía desplazarse de Wolfsburg a Madrid en unas dos horas, su presencia en la sede de ANFAC fue más reducida en comparación con anteriores presidentes que tenían su sede en Madrid.